Tipos de enjuagues bucales: beneficios y uso cotidiano

Para hacer aún más completa la higiene de tu boca debes conocer que tipos de enjuagues bucales tienes a tu disposición y cómo pueden beneficiarte.

Mantener una boca sana y prevenir enfermedades bucodentales pasa por ser extremadamente meticulosos con la higiene oral. Por eso, incorporar un colutorio a la rutina diaria de cuidados, como complemento al cepillado regular y el uso del hilo dental, puede ser algo muy beneficioso. Te informamos sobre los diferentes tipos de enjuagues bucales disponibles en el mercado, sus beneficios y cómo debes usarlos para que sean efectivos.

4 Tipos de enjuagues bucales

Un enjuague oral es un líquido  antiséptico o terapéutico, diseñado para enjuagar con él toda la boca (dientes, encías y lengua) y después escupirlo. Está compuesto por una variedad de ingredientes activos que se usa para el tratamiento y la prevención de algunas afecciones bucales. Las más comunes, la caries, el mal aliento, la boca seca, la gingivitis y las aftas o llagas.

Antes de elegir y empezar a usar un enjuague bucal, siempre se recomienda consultar con el dentista. Un profesional es el que mejor puede ofrecer consejos personalizados y alertar de cualquier precaución a tener en cuenta, basándose en la salud oral de cada paciente. Es importante saber que existen distintas alternativas y cada una con una indicación o uso diferente. Entre las opciones habituales:

1. Antisépticos: estos enjuagues contienen clorhexidina. Contribuyen a reducir la acumulación de bacterias en los dientes y la línea de las encías, previniendo así la formación de placa que puede provocar gingivitis.

También se recomiendan para curar las molestas úlceras o llagas que pueden salir a veces en la boca, combatir la halitosis, después de una cirugía oral y de un tratamiento periodontal o de implantes.

2. Fluorados: los colutorios con flúor ayudan a fortalecer el esmalte dental y evitar la caries, especialmente en áreas de difícil acceso a las que no llega el cepillo de dientes.

3. Desensibilizantes: ideales para personas con sensibilidad dental. Estos colutorios ayudan a reducir la sensibilidad al frío, al calor o a los alimentos ácidos.

4. Blanqueadores: son enjuagues con agentes blanqueadores, como el peróxido de hidrógeno, que pueden eliminar las manchas superficiales y mantener los dientes más blancos.

Beneficios de los enjuagues orales

No todos los colutorios sirven para tratar las mismas afecciones o prevenir los mismos problemas. La formulación de cada uno tiene objetivos diferentes y los beneficios que pueden aportar dependerán de hacer la elección correcta.

  • Reducción de bacterias: los colutorios antisépticos son buenos para reducir las bacterias en la boca y prevenir enfermedades periodontales.
  • Fortalecimiento del esmalte: los enjuagues fluorados fortalecen el esmalte dental. Protegen así los dientes contra la caries y la erosión de los ácidos de alimentos y determinadas bebidas.
  • Alivio de la sensibilidad: los colutorios desensibilizantes reducen la sensibilidad dental, permitiendo disfrutar de alimentos y bebidas sin molestias.
  • Blanqueamiento: los enjuagues bucales blanqueadores contribuyen a mantener una sonrisa más saludable y brillante. Ayudan a eliminar manchas superficiales causadas por el café, el té, el vino tinto, algunas frutas y verduras, el tabaco y la toma frecuente de algunos medicamentos.
  • Combatir la sequedad bucal: la sensación de tener la boca seca, también llamada xerostomía, es muy incómoda. Usar un enjuague bucal puede aumentar la humedad e hidratar toda la cavidad oral, reduciendo el malestar y la sequedad.

Cómo usar el colutorio dentro de la rutina de higiene de la boca

Para obtener los mejores resultados y garantizar una limpieza correcta y completa de la boca, es preciso seguir un orden concreto y unas instrucciones básicas.

El enjuague oral se debe utilizar después de cepillar los dientes y emplear el hilo dental. En cuanto a la frecuencia de uso, es preferible seguir el consejo del dentista.

Se tiene que tener en la boca durante, al menos, 30 segundos, haciendo que llegue a todos los recovecos antes de escupirlo. La recomendación es leer las instrucciones del fabricante o seguir las pautas del dentista sobre el tiempo necesario de enjuague para lograr una efectividad óptima.

Los colutorios no deben ingerirse. Aunque son seguros, hay que evitar tragarlos y tienen que escupirse después de enjuagar la boca.

No debe subestimarse el poder de un buen enjuague bucal en la rutina de higiene oral. Con un uso correcto y un buen hábito, puede ser el aliado perfecto que ayude a mantener la boca sana.

Existe una amplia variedad de opciones disponibles. Sólo es necesario contar con el conocimiento y la recomendación profesional adecuada para elegir el que puede satisfacer mejor las necesidades específicas de cada persona.

Simon Blas
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