Odontología
Conservadora

Simón Blas

¿En qué consiste la odontología conservadora?

La odontología conservadora es la especialidad orientada a restaurar las zonas dañadas por caries y otras dolencias. Su aplicación principal consiste en eliminar el tejido afectado sin perjudicar al resto del diente, sellando la zona tratada con lo que comúnmente se denomina un empaste.

Con la odontología conservadora podemos:

Detener la progresión de la caries y evitar que continúe la destrucción del diente hasta llegar a la pérdida definitiva.
✓ Evitar las extracciones de dientes dañados.
✓ Devolver al diente su forma natural, su función y, si es posible, su estética.

En nuestros tratamientos seguimos el enfoque de la odontología conservadora mínimamente invasiva o de mínima intervención. Consiste en mantener la salud bucodental con procedimientos y métodos diagnósticos más naturales y menos agresivos. Así, trabajamos para cuidar y conservar tanto los órganos y tejidos orales como los dentarios, siempre buscando el origen del problema antes de intervenir.

La odontología mínimamente invasiva se basa en la detección y diagnóstico precoz, y abarca desde la prevención hasta la cirugía con implantes, utilizando los medios necesarios para causar el mínimo trauma al paciente.

Odontología conservadora y prevención

Una de las ramas fundamentales de la odontología conservadora es la odontología preventiva. Su razón de ser es lograr que los pacientes acudan regularmente a consulta y se realicen métodos de radiodiagnóstico.

Con la odontología preventiva los dentistas pretendemos reducir la necesidad de tratamientos dentales a medio y largo plazo, ayudando así a conservar los dientes de nuestros pacientes.

La prevención consiste en realizar, por un lado, tratamientos remineralizantes que refuercen el esmalte, utilizando pastas dentífricas específicas, y, por otro, el sellado de fosas y fisuras de molares. En la odontología conservadora, los más habituales son los empastes simples o complejos, las reconstrucciones y, en algunos casos, las endodoncias.

Problemas dentales que requieren de la odontología conservadora y factores que los provocan

La caries es el problema dental más común y la primera causa mundial de pérdida de dientes en las personas jóvenes. En sí misma no suele provocar dolor, que aparece de manera habitual cuando la lesión es más grande y progresa. Pero que no se sienta dolor no significa que la caries no exista. De hecho, se puede tener caries sin sentir dolor.
Por ello, para evitar sorpresas, es fundamental acudir a consulta y ponerse en manos de un profesional para realizar revisiones periódicas.

La mayoría de problemas dentales que tratamos de reparar con la odontología conservadora surgen por diversas causas:

1. Dieta rica en azúcar y hábitos higiénicos inadecuados

No limpiarse los dientes a diario y abusar de alimentos azucarados es una combinación fatal. Muchas bacterias fermentan el azúcar (sacarosa) de los restos de comida, generando ácidos que atacan los dientes, reblandecen los tejidos duros y desmineralizan el esmalte.

2. Alteraciones del desarrollo dental

En ocasiones de carácter hereditario, estas alteraciones hacen que el esmalte o la dentina sean más frágiles, lo que permite que las caries progresen más rápidamente de lo habitual.

💡 En la clínica trabajamos con protocolos de remineralización.
¿El objetivo? Devolver la resistencia a los tejidos y crear un entorno equilibrado en la boca para disminuir la aparición de lesiones.

3. Desgaste dental por estrés o tensión diaria

Aunque es normal cierto desgaste con la edad, cuando lo detectamos en personas jóvenes, suele deberse al bruxismo.
El bruxismo —apretar o rechinar los dientes— es una patología inconsciente relacionada con el estrés y el nerviosismo.

4. Traumatismos dentales

Los traumatismos, ya sea por fracturas o caída de dientes, provocados por golpes violentos, requieren atención inmediata en consulta.
Actuar a tiempo reduce el riesgo de perder el diente afectado.

5. Ataque de ácidos

El consumo habitual de alimentos ácidos (como limón, naranja o pomelo) y afecciones como el reflujo gástrico son causas frecuentes de erosión dental, debilitando la superficie del diente.

Preguntas Frecuentes

La caries no duele inicialmente porque afecta al esmalte y la dentina, y sólo cuando se aproxima a la pulpa dental empiezan las molestias. Esto significa que la caries es profunda y ha destruido bastante diente. Por eso es importante la detección precoz.

La caries se inicia por la destrucción del esmalte a causa de ácidos que genera la flora bacteriana de la boca. Para evitarla, es prioritario mantener buenos hábitos de higiene y controlar la alimentación, por ejemplo, no tomando con frecuencia dulces, bebidas carbonatadas o zumos de contenido azucarado o ácido, y alimentos envasados.

Simon Blas
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