Vamos a ser muy francos contigo. Si tu pareja no quiere dormir contigo, posiblemente te pasen alguna de estas dos cosas (y seguramente ella o él ya te lo hayan dicho en más de una ocasión): o roncas o rechinas los dientes. No solo es, por decirlo de una manera suave, un inconveniente conyugal, sino un problema de salud si no lo atajas a tiempo. La buena noticia es que, tanto los ronquidos como el bruxismo, han dejado de ser un castigo divino, un defectillo que soportar noche tras noche. Tienen solución. Sí, sí, de verdad.
Hoy vamos a explicarte, no obstante, las causas que pueden estar detrás de tus ronquidos.
Roncopatía es el nombre médico que recibe esta afección. No está considerada una enfermedad si no está asociado a una apnea obstructiva del sueño, pero es sin duda una alteración que puede tener consecuencias en tu vida diaria. ¿Has oído alguna vez eso de ‘Ha dormido a pierna suelta porque roncaba’? Pues simplemente es falso, o al menos, no es una verdad inmutable. Roncar no tiene por qué ser sinónimo de un sueño reparador ni de levantarse con la sensación de haber descansado. De hecho, si roncas es porque las vías respiratorias, y en concreto la faringe, se colapsan parcialmente por lo que, ya de entrada, nos está diciendo que no respiras bien. Las causas son variadas, pero resultan ser un mix entre las que están en tu mano evitar y en las que podemos ayudarte nosotros. Ahí van algunas:
Sobrepeso y vida sedentaria. La grasa se acumula en todo el cuerpo y el cuello no es una excepción. Un engrosamiento del cuello puede hacer que las vías respiratorias se estrechen. Quizás también es interesante que sepas que hay investigaciones que relacionan la falta de sueño y descanso con una tendencia al sobrepeso. De hecho, la National Sleep Foundation considera que “las personas que no duermen adecuadamente tienen alteraciones fisiológicas que pueden aumentar la ingesta de calorías y el apetito ya que el nivel de leptina, hormona estimulante del apetito, cae en sujetos que son privados de sueño. Además las manifestaciones psicológicas de la fatiga, el sueño y el hambre son similares”. Vamos…la pescadilla que se muerde la cola. Nuestro consejo es que mantengas una dieta sana y equilibrada, respetes tu normopeso y hagas ejercicio regularmente.
Hábitos como beber alcohol en exceso de alcohol y fumar. El consumo excesivo de alcohol, así como fumar son perjudiciales para la salud en general. Para el área bucodental también porque, como mínimo, tienden a resecar la garganta. Por eso, tú o tu pareja notaréis que, tras una noche de juerga, los ronquidos son todavía más insoportables.
Mala posición al dormir, elección y colocación de la almohada. Influye, aunque para serte sinceros, los cambios que puedas hacer en este aspecto, no van a hacer desaparecer definitivamente los ronquidos. En las imágenes que ves en este post te damos dos consejos para mejorar tu respiración mientras duermes y dejar vía libre al aire. También es conveniente que te acostumbres a dormir de lado.
Problemas mandibulares o linguales. Entramos ya en el apartado de lo que podemos hacer por ti desde nuestra clínica dental. Si no te reconoces en todo lo anteriormente dicho, es decir, no tienes sobrepeso, no fumas, no bebes en exceso, te mueves con regularidad y crees que duermes en la posición correcta, merece la pena que empieces a descartar otras razones. Quizás necesitemos adelantar un poco tu mandíbula con una férula especial que denominamos de avance mandibular. O puede que tu lengua caiga hacia atrás excesivamente cuando estás dormido.
Afecciones en las amígdalas como vegetaciones o nasales como sinusitis. Tu médico de familia también te ayudará en este sentido, pero no olvides que en la consulta de Odontología estamos especializados en toda la cavidad oral (además de tus dientes) por lo que también podremos darte un primer diagnóstico.