El limpiador lingual. Uso y beneficios

Existen utensilios muy útiles y necesarios para mantener una correcta y completa higiene oral de la boca. ¿Sabes qué es un raspador o limpiador lingual?

Si te preguntáramos cómo limpias tu boca, ¿la lengua entraría dentro de las zonas en las que te centras? Porque la realidad es que suele ser la gran olvidada dentro de la higiene bucodental para muchas personas. Y eso que es uno de los lugares de la boca donde más bacterias se acumulan.

En este artículo, no sólo queremos hablarte de la importancia que tiene que nunca olvides limpiar tu lengua, sino de que existe una sencilla herramienta que te facilitará, y mucho, la tarea. Te hablamos del raspador o limpiador lingual.

¿Qué es un limpiador lingual?

El limpiador lingual es un instrumento, que suele ser de plástico, y se utiliza para completar la limpieza de la boca después del cepillado, el uso del hilo dental o los cepillos interproximales y el colutorio.

Si sacando la lengua delante del espejo ves que tiene una capa o película blanquecina o amarillenta, eso significa que tiene acumulación de suciedad y bacterias y que debes limpiarla a fondo.

Beneficios del uso del limpiador lingual

El principal problema de la falta de higiene en la lengua es la proliferación de bacterias de la boca que no se eliminan y que pueden favorecer la aparición de halitosis. Tanto es así, que cerca del 90% de los casos de mal aliento tienen su origen en la boca, y muchos afectados desconocen que puede deberse a una higiene deficiente de la lengua.

Además de la halitosis, también pueden surgir caries y enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Por lo que incorporar, sin falta, el uso de un raspador lingual en tu rutina de limpieza oral diaria, ayudará a minimizar la aparición de estos problemas.

Por otro lado, está demostrada su eficacia para favorecer las digestiones y reforzar el sistema inmunológico al eliminar toxinas dañinas para el organismo.

¿Cómo utilizarlo?

Es recomendable usarlo, al menos, una vez al día, preferiblemente por las mañanas. Esto tiene una explicación. Por la noche, dormidos, apenas producimos saliva que mantenga limpia nuestra boca, por lo que las bacterias se acumulan fácilmente por toda la lengua.

Es un objeto de uso muy sencillo, diseñado para llegar a todas las zonas de la lengua con facilidad. Así es como debes utilizarlo:

1/ Ponte frente al espejo y saca la lengua todo lo que puedas.

2/ Introduce el limpiador lo más dentro posible y muévelo de atrás hacia adelante arrastrando toda la suciedad al hacerlo (cuidado con las arcadas). No es necesario hacer mucha fuerza.

3/ Comienza primero en la parte central de la lengua y luego sigue por los laterales, siempre de dentro hacia fuera.

4/ Acláralo con agua con cada pasada que le des antes de continuar.

5/ Repite el proceso hasta que deje de salir suciedad y enjuágate bien la boca con agua.

6/ Para terminar, límpialo con agua y jabón antes de guardarlo.

Lo puedes encontrar en farmacias y parafarmacias, en distintas marcas. Su forma suele ser en U o Y. Si tienes dudas sobre su uso o sobre qué modelo sería más adecuado para ti, consúltanos para que podamos orientarte.