¿Tienes caries y algo de sarro, pero te da vergüenza ir al dentista? olvida tus reparos porque los profesionales estamos muy acostumbrados a ver de todo.
No son pocas las personas a las que les da miedo o vergüenza ir al dentista. Y este suele ser el motivo por el que se pasan años sin tener atención médica profesional, y por el que su salud bucodental puede verse seriamente dañada.
Te explicamos cuales son los factores que suelen estar detrás de esta vergüenza y, sobre todo, cómo liberarte de ella.
“Me da vergüenza ir al dentista”, ¿Qué hay detrás de esta afirmación?
Queremos creer que la mayoría de la gente tiene claro que es muy necesario ir al dentista, y que debemos hacerlo por prevención, antes de que aparezca algún problema. Pero también sabemos que no siempre es fácil.
En ocasiones, la persona puede tener miedo a los tratamientos, a sufrir algún dolor o haber tenido una mala experiencia anterior. Pero, otras veces, cuando evitamos aparecer por el dentista, son la inseguridad y la vergüenza las que dominan y son más fuertes que la razón.
Podemos sentir vergüenza y no querer mostrar nuestra boca por varios motivos. Haber descuidado mucho nuestra higiene oral, y tener sarro, caries o las encías sangrantes e inflamadas, porque nos falta alguna pieza dental, porque nuestros dientes tienen un color amarillento, están torcidos o rotos. A veces, es una combinación de todos ellos.
Sin embargo, el no tener una bonita y armónica sonrisa, no tiene que condicionar la salud futura de los dientes y las encías. Sobre todo, porque sin control y tratamientos durante un tiempo prolongado, los problemas que ya se tengan, tarde o temprano, se agravarán, o surgirán otros nuevos.
Claves para superar la vergüenza
1. Busca una clínica dental que te dé confianza. Con profesionales a los que puedas expresar tus inquietudes. Que te escuchen, te entiendan y te informen con detalle de los tratamientos o medidas que podría ser necesario llevar a cabo en tu caso particular. Ten siempre presente que estamos para resolver todas tus dudas.
2. Piensa detenidamente en los beneficios que vas a lograr dando el paso y, sobre todo, en todo lo negativo que vas a poder evitar.
3. Si, tomada la decisión, la cita te provoca inquietud y algo de ansiedad, fíjala a primera hora por la mañana, para no estar dándole vueltas todo el día.
4. Acude hasta la consulta acompañado para ganar en seguridad.
Combate tu inseguridad y deja de lado tu vergüenza. Los dentistas no nos vamos a sorprender por nada. Somos profesionales preparados para tratar problemas bucodentales y a pacientes de todo tipo. Y como tales, nuestro cometido no es juzgar, sino ser empáticos y ayudar.
Al final, lo más importante de todo es que mantengas sana y fuerte tu boca, y es sólo esto lo que, en definitiva, te tiene que preocupar.
Contacta con nosotros si hace mucho tiempo que no visitas un dentista y sabes que es prioritario hacerte una revisión. Estarás en muy buenas manos y tu salud oral será la mayor beneficiada.
Te ayudaremos a ir recuperando poco a poco la confianza, y a volver a sonreír sin vergüenza y con seguridad.
