¿Necesito ortodoncia? si mirándote al espejo dudas sobre si podrías mejorar tu sonrisa con un tratamiento, apunta 8 señales que pueden ayudarte a saberlo.
Hoy en día tener una sonrisa bonita, cuidada y bien alineada es algo muy valorado. Cada vez hay más personas que admiten que el no estar cómodas con su dentadura, les afecta directamente a la seguridad en sí mismos y a su autoestima. No en vano, la sonrisa constituye nuestra carta de presentación ante los demás. De ahí que muchos pacientes lleguen a consulta queriendo mejorar su sonrisa y preguntándonos ¿necesito ortodoncia para lograrlo? Por este motivo, y aunque la decisión debemos tomarla siempre con criterios médicos objetivos, en base a exámenes clínicos y otros estudios llevados a cabo por el ortodoncista, estos son los 8 signos que te pueden ayudar a saber si sería recomendable en tu caso.
¿Necesito ortodoncia? 8 señales inconfundibles para detectarlo
Además de por motivos estéticos, los tratamientos de ortodoncia están indicados para salvaguardar la salud bucodental. Unos dientes amontonados, por ejemplo, dificultarán realizar un cepillado correcto y tener una adecuada higiene dental, favoreciendo la aparición de caries. Y, una mandíbula mal alineada, a su vez, puede derivar en problemas de masticación, respiración, audición, contracturas en el cuello o en la espalda e incluso migrañas o dolores de cabeza.
Viendo las repercusiones negativas que puede evitar un tratamiento de ortodoncia, vamos con las 8 señales a las que debes prestar atención:
1. Dientes apiñados o mal alineados
Cuando los dientes no tienen suficiente espacio en las arcadas dentales porque son pequeñas, es natural que se amontonen unos sobre otros.
2. Diastema dental o espacio entre dientes
El diastema dental es una pequeña separación que aparece entre dos dientes y es permanente. Normalmente se da entre los incisivos superiores, o en lo que comúnmente conocemos como las “paletas”.
3. Ausencia de uno o más dientes
La falta de uno o más dientes es conocida como agenesia dental, y en muchos de los casos suele tener una causa congénita o hereditaria. Puede ocurrir tanto en la dentición temporal como en la definitiva. Se detecta, bien cuando el diente de leche no se cae porque no hay ninguno definitivo que lo empuje, o bien, cuando sí lo hace, pero no erupciona el diente definitivo, dejando el espacio o hueco vacío en la arcada dental. En ocasiones, el tratamiento de ortodoncia por este motivo, necesita completarse con algún implante dental u otro tipo de restauración, según el caso.
4. Mordida cruzada
Al morder o cerrar la mandíbula, los dientes de la arcada inferior se cierran levemente por delante de los de la arcada superior.
5. Mordida abierta
Se produce cuando al morder, los dientes superiores anteriores no entran de manera normal en contacto con los dientes inferiores, quedando un espacio entre ambos.
6. Sobrecrecimiento del maxilar superior o sobremordida
Cuando el maxilar superior es mucho más grande que la mandíbula, suele aparecer un problema de sobremordida. Caracterizado porque, al morder, los dientes superiores tapan los inferiores, pudiendo incluso llegar a cubrirlos por completo.
7. Sobrecrecimiento del maxilar inferior
Se detecta cuando el maxilar inferior es mayor al superior y los dientes inferiores sobresalen más que los superiores.
8. Dolor en la mandíbula o en las articulaciones temporomandibulares (ATM)
Cuando la mandíbula no está bien alineada o se tiene alguna alteración en la ATM, se puede sentir dolor al masticar, tener bloqueos al abrir o cerrar la boca (por ejemplo, al bostezar), molestias dentro del oído, dolores de cabeza, cuello y cervicales.
Si padeces alguno de estos signos, es muy probable que sea necesario que te sometas a un tratamiento de ortodoncia. Debes saber que para ello no hay ni una edad límite, ni definida, aunque lo ideal es comenzar en cuanto se percibe algo anormal. Por eso, te recomendamos que acudas a vernos para que podamos hacerte una exploración y un estudio en profundidad, que nos permita empezar a corregirlo lo más pronto posible.
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